viernes, 15 de junio de 2012

¡¡Ha venido el Ratoncito Pérez!!


Sí, ya por dos veces en la misma semana, con espacio de tres días, a mi pequeña -cada vez menos, aunque para mí SIEMPRE- Claudia Edelawit, se le han caído dos dientes!!!

Y este es el resultado:


Una carilla de traviesa y desdentadita pequeñaja, emocionada por la tan pronta visita del citado ratoncito :)

Cuando se le cayó el primero, por la novedad, todo fue una fiesta; preparar el diente, dejarle una notita al ratoncito para que no se le olvidara traer una cuerda más larga de lo normal, ya que vivimos en un onceavo piso... (No fuera a ser que trajera la cuerda convencional y no llegara a alcanzar nuestra ventana!!! :)
... Mirarnos una y otra vez al espejo para comprobar que sí, que el diente ya no estaba allí más y que seguramente, mientras estuviésemos durmiendo, un ratoncito se colaría por la ventana de la habitación de las peques para ir a buscar debajo de la almohada de Claudia su tesoro y, dejar a cambio algún regalillo, claro...!

Pues sí, dejó algo... Una monedita y una chuche... Que no está nada mal, solo por llevarse un diente, verdad?

Y pasaron tres días más y con ayuda de un hilo, como hizo antaño mi mamá con mis dientecitos, aita le sacó el segundo diente.....!!

Pero ay madre!!! Esto ya no era la algaravía de la primera vez, que va!

A mi pequeñajita se le empezaron a caer unas lágrimas de espanto en silencio, mientras se tomaba su cena, y tras preguntarle que le pasaba... Dijo que se estaba poniendo algo triste... Y pues nada, tras hablar un ratito, llegamos a la conclusión de tener que escribir una notita al Ratoncito Pérez para que, si no le importaba, dejara el regalito que tuviese preparado para Claudia debajo de la almohada de mamá... Porque a la pobre le daba un poquito de cosilla pensar que otra vez a oscuras y en el silencio de la noche, se iba a volver a colar en su habitación, dentro de su cama, hasta llegar a su almohada. (Y pensar que teníamos que dejar otra vez la ventana abierta toda la noche y que le podría hacer cosquillas con el rabito en la cara, a ella le tenía más que preocupada... ;)

Y como el ratón es muy amable, no le importó hacerlo así y... Voilá!! Dejó otro par de moneditas y un puzzle para Claudia debajito de mi almohada... Fíjate si es silencioso que, aunque yo me despierto con el vuelo de una mosca, ni me enteré de que vino, oye!! :)))

Bueno, pues así está mi precoz chiquitina ya a sus cuatro añines... Desdentadita y feliz!

Os quiero enanas.

Mamá.