miércoles, 17 de noviembre de 2010

Solo dos palabras...

... Bastaron para hacernos las personas maaaaaaaaaaaaaaas felices de la tierra:

¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ J U I C I O P O S I T I V O ! ! ! ! ! ! ! !

Hoy es nuestro segundo aniversario, hija de mi alma y lo vamos a celebrar, bien celebrado!! Con una tarta rica, rica, de chocolate y crema, que mami hizo ayer con tooooooooodo su amor y toda la dedicación que algo tan importante se merece...

(Tu aita estuvo a mi vera mientras yo daba vueltas y vueltas a la cuchara que removía lentamente el chocolate, así que él, a su manera, también participó en la labor ;)

A estas horas pues, hace dos añitos ya, estábamos saltando de alegría, (porque podía pasar cualquier cosa y hacer que se retrasara el momento de ir a buscarte... Como les pasó a otras familias conocidas... Uno, dos y hasta tres!! juicios nulos...) Pero no, tuvimos esa gran suerte y, nadie te reclamó en el juicio y nos hicieron TUS PADRES para siempre!!!

No sé chiquitina si algún día llegaras a comprender lo grande que es esta palabra para mi, tu MADRE, espero poder hacértelo entender y que sepas, que sólo el destino y nuestras ganas de estar junt@s nos ha unido, no hubiera podido ser de otra forma... Cada vez lo siento más dentro y más profundo... La suerte existe, la fortuna existe, los milagros existen... Porque afortunadamente eres nuestra hija, de manera milagrosa formas parte de nuestras vidas y ESO, es algo que a tí te va a parecer toda la vida algo 'normal', pero para mí, tu MAMA, es algo muy grande... Mucho!

Cariño, esa foto de asignación que teníamos desgastada de tanto mirarte y de tanto besarte, de manera cauta, pero con tanta alegría de imaginarte 'nuestra', se convertía HOY en una realidad... Ya podíamos mirarte e imaginarte junto a nosotros de verdad, en nuestra casa, junto a nosotros... Ya no era una foto a la que mirábamos esperanzados, cautos y deseosos de que pudieras ser nuestra niña... Porque YA LO ERAS!!! Hoy te convertiste en nuestra HIJA!!!!

Gracias a la tierra que te vió nacer, gracias a tu madre etíope por haberte traído al mundo y hacer de 'su' niña, una hija para nosotros.

En casa, siempre la pensamos, siempre la imaginamos y la tenemos en cuenta. Yo siempre la pienso y me la quiero imaginar bella, como tú, cariñosa y valiente y, ojalá algún día pueda llegar a saber, que la niña que un día dió a luz y dejó para que otros la cuidaran, lo hacen con todo el amor posible y pensando que es el mejor regalo que nunca nadie les hubiera podido hacer...

Te quiero enana.

Mamá.